Cifras
Los datos de prevalencia que apuntan los estudios epidemiológicos realizados en Europa hablan de un caso de TEA por cada cien nacimientos (Autism Europe – aisbl 2015).
Estimamos que hay más de 450.000 personas autistas en nuestro país, cifra que se eleva a casi un millón y medio de personas vinculadas al autismo si tenemos en cuenta también el impacto que produce en sus familias.
En España, no contamos con estudios poblacionales ni censos oficiales que nos indiquen cuántas personas con trastorno del espectro del autismo hay diagnosticadas.
Personas en el espectro autista en España
De personas contando con sus familias
Nacimientos de niños y niñas con autismo al año
Edad media de sospecha
Es la edad media de diagnóstico
Menores de edad
Sufren acoso escolar
Desempleo de personas adultas con autismo
Tiene hipersensibilidad general
CAUSA Y ORIGEN: En la actualidad, no está determinada la causa que explique la aparición del trastorno del espectro del autismo, pero sí la fuerte implicación genética en su origen.
ESPECIFICIDAD. El TEA tiene características nucleares propias y definitorias que se manifiestan de forma heterogénea a lo largo de todo el ciclo vital.
VARIABILIDAD. No hay dos personas con autismo iguales; dependerá de su propio desarrollo personal y de los apoyos que pueda tener, así como de si presenta o no discapacidad intelectual asociada y también de su nivel de desarrollo del lenguaje.
DISCAPACIDAD INVISIBLE. El TEA no lleva asociado ningún rasgo físico diferenciador (solo se manifiesta a nivel de las competencias cognitivas de la persona y del comportamiento).
CICLO DE VIDA. Acompaña a la persona a lo largo de toda su vida, aunque sus manifestaciones y necesidades cambian en función de las distintas etapas del desarrollo y de las experiencias adquiridas.
APOYOS. Es necesario un abordaje integral orientado a facilitar los apoyos individualizados, especializados y basados en la evidencia más adecuados para mejorar la calidad de vida de cada persona (manteniendo, además, una perspectiva de género).
FAMILIAS. Impacta no solo en quien lo presenta sino también en su familia, apoyo fundamental para la persona autista.
Características del TEA
Las manifestaciones clínicas del trastorno del espectro del autismo varían mucho entre las personas que lo presentan, así como su funcionamiento intelectual y sus habilidades lingüísticas. Sin embargo, todas ellas comparten características fundamentalmente en dos áreas del desarrollo y del funcionamiento personal:
1. COMUNICACIÓN E INTERACCIÓN SOCIAL
Habilidades de comunicación verbal y o verbal
COMUNICACIÓN VERBAL
Algunas personas en el espectro tienen habilidades lingüísticas adecuadas, pero encuentran dificultades para utilizarlas en una comunicación recíproca o en el contexto social en el que son necesarias. Otras no emplean lenguaje verbal y requieren el apoyo de Sistemas Alternativos y/o Aumentativos de Comunicación (SAAC) (sustituyen y apoyan al lenguaje oral, respectivamente).
COMUNICACIÓN NO VERBAL
Las personas con autismo pueden experimentar dificultades para emplear o extraer el significado de gestos o expresiones faciales de otras personas, así como de otros elementos relevantes para la interacción (contacto ocular, postura corporal, etc.), lo que puede suponerle alguna situación de malentendido.
Habilidades para la interacción social
Algunas personas con TEA pueden tener dificultades para relacionarse con los demás, comprender el entorno y desenvolverse en determinadas situaciones sociales. Se manifiesta, por ejemplo, en:
- Acercamientos sociales inusuales o inadecuados para iniciar o reaccionar ante interacciones con otras personas.
- Problemas para adaptar el comportamiento a distintos contextos o situaciones sociales.
- Dificultades para comprender las reglas sociales “no escritas”.
- Dificultades para entender o expresar las emociones de forma ajustada al contexto o a la situación.
Si quieres más información, puedes ver la entrevista a la directora técnica de Autismo España, Ruth Vidriales, en la que aborda aspectos esenciales sobre el trastorno del espectro del autismo (TEA).
2. FLEXIBILIDAD DE COMPORTAMIENTO Y DE PENSAMIENTO
Forma de pensar y comportarse
Las personas con autismo pueden tener dificultades para responder de manera flexible a las demandas de los diferentes contextos y ajustar su forma de pensar y de comportarse. Por ello, adaptarse a los cambios o a situaciones imprevistas puede suponerles un gran esfuerzo y generarles malestar, angustia o ansiedad. Puede manifestarse, por ejemplo, en insistencia en que las cosas sucedan siempre de la misma manera; en la disposición de un repertorio limitado de intereses específicos o en patrones de comportamiento rígido y repetitivo (como repetir las palabras o frases una y otra vez, exactamente de la misma forma -ecolalia-).
Estímulos sensoriales
Algunas personas autistas presentan alteraciones en el procesamiento de los estímulos sensoriales, que se puede manifestar en malestar intenso ante determinados sonidos, olores, luces, sabores o texturas; interés inusual en aspectos sensoriales del entorno (como insistencia por oler o tocar determinadas cosas); fascinación por luces, objetos brillantes o que giran o indiferencia aparente al dolor o a la temperatura.